martes, marzo 13, 2007

EL ACUSIOSO PORTALITO DE HOY

Portalito
Ingenio y Colonia Americana son historia de Los Mochis.
José Refugio Haro

En la lucha del pueblo de Los Mochis por salvar lo que queda de las casas de la Colonia Americana, agredidas salvajemente por los tractores y la ambición de la compañía azucarera al iniciar el presente año, parece estar luchando contra un enemigo y un traidor.El adversario natural es por supuesto el que se asume como propietario de ese entorno que forma el ingenio azucarero y las casas que se conocieron como la Colonia Americana, porque, empresarios al fin, compraron con el fin de hacer negocio.

Claro que estos señores de la empresa "Aga" adquirieron barato, porque los anteriores propietarios sabían que el ingenio y la Colonia Americana eran una papa caliente, por su esencia de ser la piedra angular en la formación de esta ciudad que muchos queremos y defendemos, y otros nomás le sacan raja.Los empresarios jaliciencienses también, cuando adquirieron, sabían de lo que se trataba, pero quizá confiaron en que en estas tierras, así como se dan hombres íntegros que se saben formados por los barriales de aquí y por eso son defensores a ultranza de su tierra, también nacen o se adaptan individuos descastados o traicioneros, que pueden ser dúctiles ante el olor del dinero o de la promesa de poder.

En la tragedia de la medio-destrucción de las casas de la Colonia Americana todos tenemos algo de culpa. Muchos sabíamos que la depredación se había anunciado desde que los Sáenz mandaron dinamitar la Casa Grande, que fue la residencia de la familia Johnston, situada en el corazón del Parque Sinaloa. También, desde que en tiempos del presidente Felipe Moreno Rosales los dueños del ingenio, de las casas de la Americana y terrenos de la azucarera, encontraron terreno fértil para iniciar la latente negociación y depredación historica de esos bienes emblemáticos del origen de la ciudad.

Así le vendieron a Ley para hacer su plaza, y luego se fueron negociando otras construcciones y terrenos, los del parque sinaloa, edificios como el del hospital, el área para el hotel Best Western, las demoliciones de casas y devastación de grandes árboles para levantar el edificio de la Toyota, y el barrido de la otra residencia en la confluencia de Rosales y Rosendo G. Castro para meter a Mochis en "la modernidad" levantando el Burger King que ahí se encuentra.Los mochitenses tenemos culpa tal vez por omisos unos y agachones otros, pero los gobernantes...esos sí no tienen...justificación.Como dijo el cantante Napoleón, "ya lo pasado, pasado", sólo queda lamentarse. Pero en lo que viene, ahí sí podemos responsabilizarnos desde ahora. Polo Infante está empecinado en hacer triunfar una 'negociación' con la azucarera que sólo beneficia a ésta y probablemente a él mismo, 'oferta' que consiste en 6 mil metros de terrenos que incluyen tramposamente al edificio de La Varsovia y "una o dos casas más", además de (¡ohh! las escrituras de la Casa del Centenario y del Museo Regional, decimos tramposamente porque esta oferta igual se le hizo a los regidores a finales del año anterior para que aceptaran cambiar el uso del suelo cuando estaban recibiendo a la empresa automotriz Toyota. Es decir, ahora no ofrecen nada, más allá de un plato de lengua.

Parece, pues, llegada la hora de que el pueblo de Los Mochis se levante para hacerle un plantón a las autoridades y les diga ya que no es el retrasado mental que piensan.Que el ingenio azucarero y todas las casas de la Colonia Americana son parte del patrimonio histórico de Los Mochis y, a ver cómo le hacen, pero no pueden los Hunos locales y externos borrarlos de la tierra, así sea para llevarnos de una vez por todas a la frívola modernidad que tanto les deslumbra.

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