¿CUÁNDO HARÁN ALGO?

Sí, Señor Presidente
Por Gilberto Vega Zayas

Una de las propuestas que el grupo ciudadano llamado Frente de Defensa del Patrimonio Histórico, Cultural y Ecológico de Ahome, ahora llamado Raíces de Ahome, quien se opuso fervientemente a la destrucción del patrimonio cultural de este municipio, las casas demolidas el 12 de diciembre pasado, La Colonia Americana, con miras a tratar de salvar esa área, corazón del desarrollo económico de la región, fue la de instrumentar ahí un corredor turístico cultural apoyada por un proyecto arquitectónico de estudiantes del área del Tecnológico de Los Mochis en el que se contemplaban espacios viables para la explotación turística.

En ese lugar se proyectaron áreas para la actividad, producción y venta de artesanías de la región, tours de turismo ecológico, museo del ingenio, lugares de esparcimiento como biblioteca, discoteca, cafetería y actividades que tuvieran que ver con el turismo cultural, turismo de aventura, por los paisajes naturales, cerros, ríos y montañas, turismo ecológico, actividades promocionales y con miras a potenciar esos rubros dada la riqueza natural y del valor cultural de nuestras tradiciones indígenas, patrimonio arqueológico por su riqueza y variedad en petrograbados. Se contemplaba también un espacio para la Secretaría y Dirección de Turismo Federal y Estatal.

A raíz de la destrucción de estos monumentos arquitectónicos, que pudieron haberse rescatado en su totalidad como patrimonio cultural y artístico, más allá del engañoso discurso de funcionarios que creen que a la ciudadanía todavía se le puede dar atole con el dedo, de que un edificio debe tener 100 años para ser protegido, los sueños y quimeras de este grupo de ciudadanos para y en ese preciso espacio, se hicieron polvo junto con el polvo que dejó la aberrante decisión de demoler la mayor parte del símbolo más representativo de nuestra historia como ciudad. Hubo propuestas también de rescatar ese lugar a través de un maratón convocando a la ciudadanía pero ni propietarios ni autoridades nos hicieron caso. Ahora dentro del proyecto Lechuguilla se pretende construir “a escala” la Colonia Americana. En fin, los dueños del dinero tienen otra perspectiva.

Hace unos días el Presidente de la República, Felipe Calderón, en el discurso de clausura de la Edición número 33 del Tianguis Turístico celebrado en Acapulco, Guerrero, mencionó que el turismo es un sector fundamental para el desarrollo del país y afirmó que su gobierno ha trabajado para hacer de México el país más visitado del mundo y para diversificar su oferta turística más allá de los destinos de sol y playa que son predominantes. “Queremos, dijo, promover el ecoturismo, el turismo cultural, de artesanía, el gastronómico y el turismo religioso”. Es decir, darle un destino más provechoso en términos económicos a nuestra riqueza cultural. El turismo, como sabemos, es el segundo lugar entre los sectores que crean divisas para el país. Y el turismo no es sólo la playa y el sol o el cañón del cobre en la región noroeste del país donde quizá haya intereses creados para que esta región norte de Sinaloa se soslaye el aspecto turístico como una opción de creación de fuentes de trabajo. No lo sabemos.

Lo que sí sabemos es que hace poco más de 6 años el arquitecto Salvador Aceves, miembro del Seminario de Cultura Mexicana, investigador y especialista en restauración de monumentos arquitectónicos del INBA, con la licenciada Adriana Konsevick de la Secretaría de Turismo al lado en el panel, en su conferencia Patrimonio Monumental Ambiental y Turístico celebrado en la sala Clemente Carrillo de la Universidad de Occidente aquí en Los Mochis, nos decía entre otras cosas: “México ocupa el tercer lugar en riqueza de patrimonio cultural en el mundo. Patrimonio total, es patrimonio natural y patrimonio cultural. La falta de capital para ordenar el desarrollo ha hecho estragos en nuestros recursos naturales. Y, también decía: “hay que estar alertas con proyectos como el de la Escalera Naútica”.

Definitivamente, la necesidad de “ganar dinero “fácil y rápido” fue la premisa que motivó a los propietarios de estas construcciones con la anuencia del anterior gobierno municipal, a excepción de uno o dos regidores, a destruir las casas de la colonia americana. Sigue en riesgo permanente la destrucción de las plantas y árboles del lugar, catalogados de enorme valor no sólo histórico sino también ecológico. ¿Y mañana cuando esta región sea considerada Puerta de Entrada” vía Topolobampo del proyecto Mar de Cortés, como está contemplado? ¿Qué ofrecerán los inversionistas al turismo nacional y extranjero en esta región: casinos como el “Caliente”? ¿hamburguesas Burguer King o Mc Donalds? ¿autos Toyota? ¿pollos Kentucky? ¡Por favor! Al turismo le atrae y se identifica con las tradiciones culturales e históricas de las regiones visitadas, es lo más valioso para ellos.

Obviamente no con la altura y las pretensiones de los grandes centros turísticos como Cancún, Acapulco o cualquier otro puerto o ciudad importante del país, la nuestra es una de las regiones consideradas desde hace muchos años, más allá de la agricultura, la ganadería y la pesca, como un polo potencial de desarrollo tanto turístico como industrial.

Pese a la destrucción de que ha venido siendo objeto el patrimonio cultural de los ahomenses durante los últimos años, este grupo ciudadano en defensa de la historia de la región norte del estado de Sinaloa, denominado ahora Raíces de Ahome, sigue empeñado en defender esa heredad en la región, no sólo porque está convencido que nuestro potencial histórico y cultural pueden ser recatados provechosamente para generar algunas opciones de crecimiento económico, modesto, si usted quiere, pero además y principalmente, porque sabe que un pueblo sin historia es un pueblo hueco, sin alma, con la infancia perdida, avasallada, ultrajad. Porque un pueblo al que sus huellas son borradas, que no conoce las pisadas firmes en sus vestigios fundacionales, es un pueblo destinado a tambalear, a cojear o a vacilar en el futuro.

FUENTE: RAÍCES DE AHOME