DE LAS POCAS OPINIONES CRÍTICAS

Lo ahomense de nuestros gobernantes
José Refugio Haro

La depredación de las ceibas y palmas que crecieron junto con la ciudad de Los Mochis seguirá, con la sabia justificación de que "no se adaptan" al nuevo concepto de ciudad que tienen los hunos, que no llegaron de estepas lejanas, sino de estas mismas tierras, pero que parece ser se les transformó el amor por el terruño cuando el poder les metió los primeros embriagantes humos.¿Quién les va a creer el amor profesado a su ciudad si han aceptado demoler piedra sobre piedra de las construcciones que podrían representar el mínimo de identidad de este lugar que en las casas del ingenio azucarero tuvo su amanecer?El viernes pasado, como el último mohicano, cayó cercenada la postrer ceiba que quedaba en pie sobre el bulevar Rosendo G. Castro, frente a la quizá mirada atribulada de las esbeltas palmeras que tiemblan al paso de los bulldozers que pulverizaron las casonas que estaban en la esquina de Rosendo G. Castro y Rosales, junto al museo, y que preparan el piso para más modernidad y fuentes de empleo de 40 pesos diarios.

Pero tendremos Burger King en Los Mochis, legitimado por el grito juvenil de la ignorancia del jet set de huarache y por la lectura del próximo informe de gobierno municipal, apuntado entre las obras logradas con que se puede presumir: "Yo traje la Toyota, y el Burger King...", de alguna forma una internacionalización de esta ciudad que ¿Cómo va a tener construcciones históricas, si ninguna tiene 100 años de antigüedad? Y los álamos, palmas y ceibas de setenta años ¿Por qué no han de ser talados, si no armonizan con el concepto de modernidad de estos arquitectos y gobernantes de nuevo cuño y, además, se pueden plantar otros? al fin que nada más hay que esperar otros 70 años para que no se note la ausencia de estos que ahora fueron reducidos a rodajas.Lo bueno es que el ingenio y sus alrededores todavía tienen dueño particular y no han cambiado de giro. En cualquier momento pueden empezar a comercializar los terrenos y construcciones y, sin una autoridad consciente del valor histórico de esta joven ciudad y su pequeña historia, o que está pensando más en su futuro político, se acabará la última huella de la actividad ancla que atrajo la formación de esta ciudad en los albores de 1900.¡Qué bueno ¿No? que nuestros gobernantes tienen raíces aquí y ven por la conservación de las cosas que nos dan identidad y sentido de pertenencia?(170015)

FUENTE: NOROESTE