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Luis Fernando Nájera/ Los Mochis
Leonardo Félix, conocido empresario de la localidad, fue acusado de apropiarse de la antigua casa que ocupara la aduana de Topolobampo para construir un bar.
Porteños advierten que si Félix persiste en su afán de destruir los edificios históricos, ellos radicalizaran sus protestas hasta las últimas consecuencias.
La casa que los porteños reclaman como de interés público es de piedra y su origen data de la colonización de Albert Kimsey Owen en el puerto. Tiene, según ellos, una antigüedad de más de 117 años. En sus muros, los habitantes de aquella primera colonia de americanos discutieron los proyectos del ferrocarril Chihuahua-Kansas City; se instaló el periódico “The Credit Forcier of Sinaloa” y desde los pasillos fue promovido el desarrollo agrícola de la región como canales y presas.
En ella eran tratados también los asuntos que determinaban el desarrollo social de la colonia y se hacían exposiciones artísticas y culturales. También se habilitó como biblioteca de la colonia con más de 3 mil volúmenes, pero por diversas razones fue la concentración de los intelectuales de esa época.
Manuel B.Olivas y Alfonso Sandoval Peñuelas, presidente y secretario del Comité Ciudadano de Topolobampo, que pretende rescatar la construcción, afirman que es inconcebible que por unos pesos se pretenda acabar con la historia legítima del puerto, tal y como otros empresarios acabaron con la de la ciudad de Los Mochis. Afirman que el pueblo intentará rescatar con su propio derecho la construcción toda vez que el ayuntamiento parece no importarle el caso. “Hemos visto maquinaria trabajando y eso indigna a los porteños, quienes no nos quedaremos con los brazos cruzados viendo cómo se destruye el patrimonio del pueblo”.
Acusaron que se han entrevistado con funcionarios municipales, y éstos les aseguran que las cosas van bien, pero las máquinas continúan trabajando.
Si no detienen el caso, los porteños hablaran con fuerza, advierten.
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