lunes, septiembre 01, 2008

LA DESTRUCCIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO DE LOS MOCHIS
El discurso detrás del derrumbe
El ex Alcalde Infante Fierro y regidores del trienio anterior modificaron acuerdos en los que reconocían el valor histórico de las casas de la Colonia Americana
José Refugio Haro












01-09-2008

Una serie de documentos oficiales y testimoniales revelan que el ex Presidente Municipal de Ahome, Policarpo Infante Fierro, tuvo suficiente información acerca de los cualidades históricas, artísticas y arquitectónicas de la colonia Americana de Los Mochis como para evitar la destrucción de ésta durante su gobierno, pero optó por una negociación que resultó en la donación de un terreno a cambio de otorgar el cambio de uso de suelo para que en 2007 fueran demolidas las casas de uno de los símbolos más emblemáticos de la historia de esa ciudad.
Según tales documentos, puede apreciarse cómo las declaraciones, conducta y acciones políticas del gobernante fueron cambiando en el transcurso de los meses de su gobierno (2005-2007) hasta llegar a contradecirse en sus propios dichos y argumentos y lograr que la totalidad del cuerpo de regidores cambiara radicalmente su criterio hacia la protección de la Colonia Americana y terminara unido en partidos y colores para conceder el aval para desaparecer dicha zona.

En lo político, sorprendió que en dos acciones de destrucción de la Colonia Americana, Polo Infante echara por tierra el capital político que ganó en dos elecciones previas. Una interna del PRI y una constitucional para ser Alcalde.

Desde el comienzo de su ejercicio como Presidente Municipal, Infante Fierro pareció jugar con dos barajas. Propiciaba las reuniones de sus colaboradores con instituciones de cultura e historia y, al mismo tiempo, avanzaba en sus acuerdos secretos con quienes pensaban acabar con gran parte del patrimonio arquitectónico cultural de Ahome.
Mientras lo anterior sucedía, ya los propietarios de la Compañía Azucarera de Los Mochis (CALMSA) ponían a la venta los terrenos a través de anuncios en las páginas de Internet, subdividiendo y vendiendo terrenos sin que existiera el protocolo técnico previo de autorización de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, violentando la Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Sinaloa, sin que ni el Gobierno ni el Congreso del Estado dijeran "esta boca es mía".

Gira discurso: de la defensa a la venta

Los terrenos de la Colonia Americana se habían convertido en un jugoso botín de muchos.
Al cambiar paulatinamente el tono en las sesiones de Cabildo y en sus propias declaraciones respecto del problema que se analiza, yendo desde el criterio inicial en que se defendía la Colonia Americana aceptando su valor histórico, hasta empezar a justificar derechos de los empresarios y a restar valor histórico a las casas, como puede verse en el cuerpo de la nota, el Alcalde Infante actuó como un agente negociador de quienes resultaron beneficiados con el permiso del Ayuntamiento para realizar la demolición de las construcciones.

Además de la CALMSA, hay otros detentadores de algunos espacios del área en cuestión, tales como Mario Zamora Gastélum, la familia Balderrama y Nemesio Artola junior.
El primero de ellos con amplio apoyo político del centro del Estado, dadas las relaciones de su padre, Mario Zamora Malcampo como funcionario de la Dirección de Alcoholes en los regímenes estatales de Juan Millán y Jesús Aguilar, prueba de lo cual es que Zamora Gastélum sería candidato del PRI y luego Diputado local para el periodo 2007-2009.

El joven legislador arrienda ahora el terreno donde la casa de apuestas Caliente construyó el edificio donde funciona, en una cantidad cercana a los 170 mil pesos mensuales.
Pero, al parecer, Polo Infante no sólo recibía presiones, sino también ofertas, o por lo menos se empeñó después para que en el Cabildo los regidores cambiaran su postura en actas de acuerdos de finales de 2006 y enero de 2007 de proteger la Colonia Americana, hasta llegar en las sesiones subsiguientes a aceptar una "negociación" con la empresa azucarera que llevaba indefectiblemente al exterminio del centro histórico de Los Mochis.

El mismo cuerpo edilicio terminó acordando en sesión de Cabildo aceptar una oferta de donación de la empresa a cambio de que le extendieran el cambio de uso de suelo el 29 de mayo, con lo cual culminaban los empeños de, al menos los empresarios, por borrar del mapa el símbolo histórico que era la colonia Americana de Los Mochis.

Curioso fue, sin duda, que en tal consenso estuvieran unidos los tres partidos representados en el Cabildo, todos comiendo del mismo plato.

Polo Infante conoció el Plan Sectorial de Zonificación de la Ciudad de Los Mochis, publicado en el Órgano Oficial del Gobierno de Sinaloa con el número 150, del 13 de diciembre de 2000, al finalizar el Gobierno de Esteban Valenzuela, actual Alcalde, cuya voluntad junto con la de sus compañeros del Cabildo había sido la de proteger los monumentos históricos de la ciudad mediante dicho Plan Sectorial, vigente aún al principio del trienio de Infante Fierro.

La Colonia Americana había sido protegida

A pesar de la existencia del Plan Sectorial, que textualmente preservaba a la Colonia Americana, desde su primer año de gobierno Infante Fierro mostró que sus intenciones no eran ni por asomo defender el patrimonio histórico del municipio.
Había indicios de acuerdos entre el gobierno de éste y la empresa CALMSA cuando en el 2006 tuvieron lugar las primeras demoliciones de construcciones dentro del perímetro del ingenio para limpiar los terrenos donde más tarde se levantarían los edificios de dos empresas distribuidoras de automóviles que llegaban a la ciudad.

Llega la hora cero
Entre el 3 de noviembre y el 15 de diciembre de 2006 pudieron haber tenido lugar negociaciones oscuras, pero definitivas entre la Compañía Azucarera y el Gobierno municipal representado personalmente por Policarpo Infante, debido a que para el 15 de diciembre algunas presiones hubo que obligaron a una sesión de Cabildo que culminó con un acuerdo de declarar que la Colonia Americana tenía valor histórico y debía protegerse.
Se expidió, por tanto, el decreto 40, pero no fue publicado en el Órgano del Estado hasta el 5 de enero del siguiente año, intermedio en el cual se fraguó la conspiración de dañar irremediablemente con tractores las casas de la Colonia la madrugada del 31 de diciembre.
No hay justificación de ignorancia o engaño alguno, según documentos que obran en el archivo municipal salidos de las reuniones previas entre funcionarios municipales, regidores y representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Sinaloa, de tales negociaciones por lógica simple estarían enterados el propio alcalde Policarpo Infante Fierro, el secretario del Ayuntamiento, Roberto Hernández Velázquez; el secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Filiberto Ayala Bobadilla; el coordinador municipal del Consejo de Desarrollo Urbano y Ecología, Mariano Riva Palacio Galicia; el comisionado de enlace del INAH, Javier Ley Ruiz, y los regidores del área de Urbanismo, Yamil Hallal Zepeda, Raúl Bojórquez Robles y Ángel Gómez Salazar.

Polo Infante, el 31 de diciembre, al "enterarse" de los daños a la Colonia, teatralizó los hechos y enfatizó ante la prensa que aquel acto había sido un golpe por sorpresa y que se castigaría a los culpables, pero todos sabían que en un lugar tan céntrico de la ciudad, iluminado y concurrido, no podía llevarse a cabo tal depredación ni pasar desapercibido el estruendo que produjeron los tractores mientras abatían los históricos techos y paredes.

FUENTE: NOROESTE

6 comentarios:

Pepe Cabrera-Martinez. dijo...

Es lamentable que una ciudad tan Hermosa este paasando por estas estupidecez y todo por el interes mezaquino de unos cuantos hipocritas convenencieros.
viva mi mochis.

Anónimo dijo...

Que lastima de verdad.

Los mochis es una ciudad bella y tranquila contaminada por un pequeño grupo de personas sin escrupulos.

Anónimo dijo...

Me caen bien gordos los mochitecos, por mi que les tiren una bomba

Dios, Jesus, Pichon. dijo...

jajajaja... que onda con el cobarde que le cae gordo los mochitecos... tu comentario sin argumentos es lo que el viento a Juarez, NADA, es como decir me caen gordas todas las ardillas de Letonia, jajajaja.

En fin, yo si puedo decir que me cae mal Mochis... los días de calor me dan nauseas, pero no por el sol, si no del calor electoral... saben a que me refiero. no me gustan las hipocresías, los dinosaurios con propuestas y discursos mal infundados, no me gusta las calles que cada rato hacen y rehacen, odio con odio jarocho el narcotráfico, pero mas odio al impurio presidente que intenta tapar el problema con un dedo, me molestan las actitudes tanto de los que destruyen las viviendas como de quien dicen estar salvándolas... me molesta tanto lo conservador como lo neoliberal... y por ultimo, yo veía esta pagina y me entretenía bastante, deberían seguir escribiendo, aunque sus tintadas letras y los exquisitos títulos (totalmente devorables) fueran muchas veces la causa de sus problemas, creo y valoro mucho a las personas que no tuvieron miedo de levantar la voz para decir lo que opinaban y no conformes con ello levantaron las manos, las piernas y sobre todo el corazón... para todas aquellas personas que se levantaron les digo que ahora se bajen... porque están tan arriba que muchos ya no sabemos de que hablan... jajajja. un saludo les doy porque su amigo el milo Soy. jajajaja

Anónimo dijo...

hola mi nombre es Gustavo Artega, soy arquitecto, estudio maestria en urbanismo y desarrollo. me gusta el blog, lastima que ya no hay notas recientes. estoy por hacer una tesis sobre perticipacion en el planeamiento urbanode los mochis. nececito informacion de los mochis.
si a alguien le interesa este es mi correo st.buda@hotmail.com

JESUS NAJAR ARIAS dijo...

ES increible que los ciudadanos dejen perder su historia inmediata, ya que con ello pierden su identidad.
Los pueblos sin historia se llenan de personas deshumanizadas y pusilanimes.